Una visita para nostálgicos..

Chamberí. La Estación Olvidada

Hace más de 100 años, en 1902, los ingenieros Carlos Mendoza, Antonio González Echarte y Miguel Otamendi, inician su colaboración profesional para crear el Metro de Madrid, pero el arranque del proyecto no iba a ser nada sencillo.

El Banco de Vizcaya fue el único inversor que se atrevió a sufragar el proyecto desde su inicio, aportando 4 millones de pesetas a la empresa, Ferrocarril Metropolitano, pero esto no era suficiente. Fue en ese momento cuando la intervención del Rey Alfonso XIII se convirtió en decisiva.

El Rey aportó al nuevo proyecto un millón de pesetas más, lo que supuso que muchos pequeños y medianos comerciantes y empresarios, se animaran a invertir también.

Finalmente, y con un capital inicial de 10 millones de pesetas, se fundó la Compañía Metropolitano Alfonso XIII.

El proyecto inicial consistía en una línea de metro, formada por 8 estaciones con 4 km de vías y una duración de 10 minutos para recorrer la distancia entre Puerta del  Sol y Cuatro Caminos. Para realizar esta Línea 1 del Metro, se estableció un plazo no superior a los 2 años y 3 meses.

Antonio Palacios y la Estación de Chamberí.

Diseñada por el arquitecto Antonio Palacios, la estación de Chamberí fue inaugurada el 17 de Octubre de 1919, por su Majestad el Rey Alfonso XIII que cortaba la cinta inaugural en la estación central de Cuatro Caminos.

Inspirada en el aspecto de las estaciones parisinas de la época, era una de las 8 estaciones que conformaban la original Red de Ferrocarril Metropolitano de la capital de España. (La empresa deja de utilizar el nombre de Alfonso XIII con la llegada de la República). Abierta al público 14 días después de su inauguración, los madrileños no faltaron a la cita y fue un auténtico éxito en la afluencia de pasajeros.

Antonio Palacios logró atenuar la posible reticencia del público a utilizar el transporte subterráneo mediante el empleo de acabados brillantes, coloristas y luminosos en los espacios en contacto con los viajeros, como vestíbulos, túneles de paso y andenes, utilizando masivamente paños de azulejos y otras piezas cerámicas de color blanco y azul cobalto.

Este diseño, funcional y sencillo, unido a la presencia de mujeres entre la plantilla de los trabajadores, hizo que el público sintiera una mayor atracción por la primera línea de metro que recorría nuestra ciudad.

Durante su primer año de vida, fue utilizado por más de 14 millones de usuarios, siendo el nuevo medio de transporte todo un éxito y convirtiéndose en un elemento más de la fisonomía urbana.

Dos años más tarde, en 1921, se inauguró la primera ampliación de la Línea 1 hasta la estación de Atocha. Es en este mismo año cuando se instaló el primer ascensor en el templete de la Puerta del Sol, que al principio, era de pago.

Para obtener ingresos, aunque fuera de forma indirecta, todas las estaciones se llenaron con publicidad de la época. La mayor parte de los anuncios destinados al Metropolitano los realizaron los ceramistas Enrique Guijo y Alfonso Romero. También destacaron las producciones de Justo Villar de Valencia y las de Santa Ana y Mensaque Rodríguez de Sevilla.

El primer tramo de la Línea 2 entre Puerta del Sol y la Plaza de las Ventas se inauguró en 1924, justo en el mismo año en que se instauraba, por primera vez, el billete de ida y vuelta. Durante la década siguiente siguieron las ampliaciones de las Líneas 1 y 2, y en los años de la Guerra Civil, muchas de las estaciones se convirtieron en almacenes e improvisados refugios para los ciudadanos durante los bombardeos aéreos.

Clausura de la Estación de Chamberí

En la década de los 60, debido al incremento del tráfico de viajeros, la compañía decidió a largar las estaciones de la Línea 1 para poder poner en servicio nuevos trenes de mayor capacidad. Ante la imposibilidad técnica de ampliar la estación de Chamberí, por su situación en curva y su proximidad a las estaciones de Bilbao e Iglesia, el Ministerio de Obras Públicas decidió cerrarla el 21 de Mayo de 1966.

La estación permaneció en el olvido durante más de cuarenta años, reduciendo los trenes su velocidad cuando atravesaban sus instalaciones. El hecho de que los accesos exteriores se hubiesen tapiado permitió la conservación de muchos de los objetos cotidianos de la época, como carteles publicitarios, tornos, y hasta billetes en las papeleras.

El 31 de Agosto de 2006 se inician las obras de recuperación de las instalaciones. Su intervención ha consistido en la restauración íntegra del interior, -suelos, muros, bóvedas y carteles publicitarios-, así como la reparación del mobiliario y los andenes originales, y la creación de un nuevo acceso, ya que el original había desaparecido.

Galería de Imágenes:

Entrada a la antigua estación de Chamberí. Plaza de Chamberí.

Entrada a la Estación de Chamberí.

Taquillas

Mural con las estaciones de la primera línea de Metro.

Pasillo de la Estación de Chamberí.

Publicidad original de la época.

Carteles en anden. Estación Chamberí.

Publicidad. Se ha reproducido la iluminación con bombillas que existía en la estación.

Escalera de acceso. Los peldaños en origen estaban realizados con un mortero de cemento, arena, agua y vidrios de envases machacados. Así se evitaba el desgaste y el peligro de resbalón.

Fuente de Anden. Se utilizaba para el baldeo y limpieza de la estación.

Tablón de avisos de la época.

Aviso incluido en el tablón anterior.

Puertas originales de acceso a la estación. Hoy albergan una sala de video dónde el visitante puede conocer la historia de la Estación de Chamberí.

Escaleras de acceso a la Estación convertidas en sala audiovisual.

ESTACIÓN DE CHAMBERÍ
Plaza de Chamberí s/n
Metro: Iglesia, Bilbao
Autobuses: 3,40,147
Horario de Visita: De martes a viernes de 11 a 19h
Sábado, domingo y festivos de 11 a 15h Lunes cerrado
Visita gratuita Acceso libre hasta completar el aforo
Cita Previa Grupos 91 392 06 93
 
 
 
 
 
 
 
 
E. Malasaña. 

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